Destina 350.000 euros a vestir escolares y 315.000 a planes educativos específicos
La Generalitat ha apretado el acelerador para equiparar la educación pública a la enseñanza privado, en todos los sentidos. No solo en ayudas y subvenciones, sino también con la implantación en las escuelas públicas de la marca distintiva de los centros religiosos o privados: el uniforme escolar. Esta apuesta polémica, que comenzó en 2008 en 13 colegios, se ha extendido a 83 centros y viste ya a 25.000 escolares. En paralelo, la Consejería de Educación destina a los dos programas autonómicos creados para combatir el fracaso escolar 315.000 euros. Se trata del programa Integra -para alumnos de 14 y 16 años con dificultades- que recibe 160.000; y el Plan Previ -para combatir el absentismo y el abandono escolar prematuro-, con otros 155.000 euros.
Educación justifica su prioridad por el uniforme en que "ayuda a mejorar el clima escolar" y "minora el absentismo". No hay, sin embargo, ningún estudio de su aplicación que avale los resultados empíricos. Lo único consolidado en todas las estadísticas nacionales es el alto fracaso escolar en la Comunidad Valenciana entre los escolares de 16 a 18 años, desde el 2000. En una década, esta tasa se ha disparado en 4º de ESO hasta el 38,5% del alumnado.La Confederación de Padres Gonzalo Anaya censuró ayer la "distribución" de recursos y la falta de "resultados" sobre la batería de programas experimentales en marcha, a los que destinan 632.000 euros, y pidió un plan "global" en todos los centros para mejorar el rendimiento de los alumnos.La Confederación de Padres Gonzalo Anaya -que ha elaborado un estudio exhaustivo sobre los diferentes programas, su alcance y los recursos destinados-, criticó, además, el "desequilibrio en la distribución de las ayudas económicas para la realización de proyectos de innovación educativa". Mientras la red pública, con 1.903 centros, recibe 87.500 euros; la privada-concertada, con 746 centros, obtiene 64.000 euros.
El desequilibrio se consuma en el apartado de Premios 2011 a las iniciativas y buenas prácticas educativas sobre la convivencia, que destina 30.000 euros para los centros privados y otros 30.000 euros para los públicos.
La confederación exige que se corrijan todas las partidas económicas en la proporción real. "La distribución de recursos de algunos programas está desequilibrada respecto de los centros docentes públicos y los privados concertados", denunció la presidenta de la confederación, María José Navarro.
Con todo, el apartado que más críticas obtuvo de la confederación fue el programa experimental para extender el uniforme escolar en los colegios, al que se destinan 350.000 euros. "Mucho más que para prevenir o paliar el absentismo y el abandono temprano, con solo 315.000 euros", censuró Navarro. Esto se produce, además, en un curso en el que se ha consolidado el recorte de 400 profesores de los programas de educación compensatoria y de refuerzo cofinanciados por el Ministerio de Educación, que están orientados específicamente hacia los alumnos con mayores dificultades de aprendizaje.
La Confederación de Padres de Alumnos Gonzalo Anaya -que representa a más de 900 asociaciones de centros escolares públicos- exigió ayer "un programa global para mejorar el rendimiento académico extensivo a todos los centros públicos". Este asunto está en el debate central del Consejo Escolar del Estado (entre todos los consejeros autonómicos, todos los agentes educativos y las patronales de enseñanza), debido al alto fracaso escolar en España, con una media del 34%, que supera las tasas europeas. Una lacra que en la Comunidad Valenciana afecta al 38,4% de alumnos.
En la mesa de padres, celebrada ayer en la Consejería de Educación, se discutieron un total de 13 borradores de programas experimentales y de innovación para el curso 2011-2012, entre los que figuran premios a proyectos innovadores, programas para detectar superdotados, un aula didáctica en todos los colegios de Sagunto, programas de inteligencia emocional o para emprendedores.
Se trata, en su mayoría, de programas puntuales que "afectan a cinco tutorías" o a "un máximo de 120 alumnos". Pero, en opinión de los representantes de la Confederación Gonzalo Anaya falta un plan estratégico para combatir los malos resultados académicos del sistema educativo valenciano. "Un tema que preocupa a los representantes de las AMPA de la escuela pública debido a la elevada tasa de fracaso escolar", subrayó al término la presidenta de la confederación de padres.
"Este programa debería abordar desde la detección temprana de alumnos con dificultades para el aprendizaje en primaria hasta clases de refuerzo en todos los niveles educativos, mejora de la acción tutorial en la ESO y de la comunicación con las familias, etcétera", avanzó.
La Gonzalo Anaya exige también que "los programas se hagan extensivos a todos los centros educativos públicos para que lleguen a todos los alumnos y no dependan de la buena voluntad de los equipos directivos y docentes".
En esa dirección camina la propuesta de la confederación sobre el programa experimental de ampliación de horario. "Se debe hacer una oferta generalizada e implantarse a partir de los resultados académicos de la primera evaluación y con un refuerzo de plantillas docentes que permita su desarrollo óptimo", destaca Navarro.
Aunque la confederación advierte de que sin una evaluación de los programas experimentales de los años anteriores poco o nada se podrá avanzar para combatir el fracaso escolar. "Sin los resultados de los años anteriores no podemos evaluar el programa o decidir si hay que eliminarlos o dotarlos de más o menos recursos", objetó Navarro.
No obstante, la presidenta de la confederación denunció la nula voluntad de la consejería por hacer transparentes la aplicación y las conclusiones de los programas que crea. "Hemos pedido conocer los resultados de todos los programas y no se han hecho públicos".
Fuente : el Pais
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